La sandía o patilla, es una fruta que pertenece a la clasificación tanto de los afrodisíacos como de las frutas del verano. Es un alimento rico en agua, capaz de mantener hidratada a las personas durante el día. No solamente sirven como grandes aliadas de la hidratación, sino que además, aporta al organismo cantidades interesantes en vitaminas A, C, E, magnesio y potasio, resultando ser sumamente ricas en sabores y beneficiosas para el cuerpo humano.
Es una fruta que se caracteriza principalmente por su gran tamaño, además de sus atractivos colores, siendo su contenido de agua del casi un 93% por lo que es una fruta sumamente refrescante para alejar a las personas del calor.
El origen de esta increíble fruta va entrelazado junto al desierto de Kalahari, precisamente en el continente africano, donde en la actualidad, la sandía sigue creciendo de forma silvestre.
Luego de haber ascendido por el Nilo, el cultivo de la sandía llega hasta el Mar Mediterráneo, donde empezó a comercializarse por los países ribereños, como lo son Grecia, Italia, Portugal y España. La sandía llega a América por los pobladores europeos, extendiéndola por todo el continente. Por sus raíces únicas, su cultivo se adaptó rápidamente en estos lugares, ya que caben dentro de climas tropicales o sumamente cálidos, logrando profundizarse en la tierra, permitiendo absorber con rapidez el agua de la lluvia o del rocío de la mañana.
En sus inicios, la sandía, tenía un sabor amargo, por lo que resultaba imposible ser consumida tanto por habitantes como por animales de esas regiones. Con el pasar del tiempo, el ser humano ha ido eliminando el amargo sabor mediante la trata de cultivo, y seleccionando especies sumamente dulces. Es para el siglo X que llega el cultivo de sandías a China, causando un efecto positivo en los habitantes de esa región, tanto así, que en la actualidad, tienen como costumbre y acto social habitual, obsequiar sandías como un bonito regalo.
Dentro de las principales propiedades de la sandía consigues las siguientes:
Dentro de los principales beneficios de la sandía consigues los siguientes:
En la actualidad, existen diferentes cultivos o tipos de sandía, capaces de ser reconocidas a nivel mundial, bien sea por sus características agronómicas, como por su gran tamaño, o color de la corteza, forma, sabor, entre otros.
Dentro de los principales tipos de sandías te encuentras con los siguientes:
Por su forma redondeada y ciclo sumamente precoz están: las catalanas precoces, las sandías perlas negras y las sandías sugar baby, las cuales predominan por su corteza robusta, siendo de color verde oscuro.
Seguidamente, consigues las yellow doll que son de color verde un poco más claro, teniendo estrías y siendo su pulpa de color amarilla intensa; las sandías rubin, también vienen en forma redondeada pero su corteza es de color verde manzana.
Ahora, las sandías de igual manera, redondeadas pero, con ciclos medio-tardíos: Dentro de esta categoría consigues a la sandía pileña, dulce de América, Imperial y Sayonara, las cuales son de color ver oscuro con cortezas tirando a negro.
Sandías que son alargadas pero con ciclo precoz: en este ramo consigues a las sandías klondike rayada y príncipe charles, las cuales son de color verde oscuro y grisáceo, además de contener en su pulpa pequeñas semillas de color amarillo.
Actualmente, existen sandías sin semillas, las cuales vienen siendo las bien llamadas reinas de corazones, con frutos redondos y de color verde claro, y las reinas fummy, siendo redondas pero de color verde con negro sumamente oscuro.
Esta fruta, conocida como melón de agua, patilla o sandía, crece a partir de una planta trepadora o bien llamada rastrera, de la cual su familia es la cucurbitaceae, donde también pertenecen otras especies de cultivos.
La sandía nace de una planta cuyo crecimiento es de manera similar, extendiéndose por medio de la vegetación del suelo y trepando hasta la vegetación más alta.
Esta planta del tipo herbáceo, presenta una textura sumamente áspera, cuya superficie posee una gran cantidad de estructuras las cuales suelen ser llamadas zarcillos; dichas estructuras son las extensiones del tallo, las cuales sirven como abrazadera para sostener diferentes superficies.
Los zarcillos que posee, del mismo modo, son el punto de referencia que diferencia a estas plantas de otras, y que las personas reconozcan que este sea el árbol de la sandía, ya que suelen aferrarse a otras plantas u objetos inanimados, con el fin de que los frutos que nazcan mantengan el equilibrio y sirvan de soporte para su crecimiento.
Por su parte, las hojas que salen de este árbol poseen 5 lóbulos, los cuales suelen ser sumamente profundos, y se caracterizan por ser de tamaños promedios y de texturas frágiles; el tallo, es una estructura resistente, la cual se pone cada vez más a prueba para soportar todo el peso de cada fruta que se produzca.
Gracias a su alto contenido en agua y que la sandía representa una cantidad notoria en fibras, llega a producir en el organismo una saciedad inmensa, sin embargo, las personas tienden a confundir esta fruta con un aumento significativo de peso por sus calorías aportadas.
Si bien, la sandía posee un aporte calórico de 32 kilocalorías por cada 100 gramos, los cuales no representaran una proporción elevada en el organismo como para que las personas tiendan a aumentar con facilidad, al contrario, sería un aporte calórico ideal para incluir esta rica fruta en las dietas de pérdida de peso.
La sandía es una fruta que es utilizada dentro del sistema alimenticio balanceado habitual la cual ayuda a promover la energía almacenada en el organismo, de esta manera ayuda a reducir la masa corporal y el peso sin que te des cuenta.
La sandía, además de ser una fruta rica en agua y vitaminas A, C, E, B1 y B6 aporta al organismo una cantidad alta en potasio y fibras, las cuales pueden servir como perfecto alimento para incluir dentro de las dietas de adelgazamiento.
Son frutas altamente recomendadas para las personas que sufren enfermedades renales, del mismo modo, como poseen fibras tanto solubles como insolubles, funcionan como efectos diuréticos, capaces de eliminar de manera eficaz, mediante la orina todos los líquidos que se retienen en el cuerpo.
Sin embargo, la sandía es una de las frutas que a pesar de que posee fibras, no aporta tantas al cuerpo, su cantidad es moderada, pero no deja de ser suficiente para combatir todos los problemas de estreñimiento que puedan presentarse en el cuerpo, por lo que en efecto, trabajan también, como laxantes altamente naturales.
La respuesta es sí, sin embargo, los azúcares que componen los carbohidratos de la sandía se conforman principalmente por glucosa y fructosa, los cuales se encargan de proveer la energía necesaria para las actividades a realizar en el día.
Por lo tanto, la poca azúcar que contiene la sandía representa una baja proporción calórica, lo cual es ideal y perfecta para que las personas tanto diabéticas como las que quieran reducir de peso puedan consumirlas sin riesgo alguno.
La sandía, al igual que las demás frutas, no tienden a hacer engordar a las personas bien sea en el día o en la noche, al contrario, muchas de ellas funcionan como perfectos quemagrasas que ayudan con la digestión a lo largo del día, para que así, se logren incluir de manera adecuada en las dietas de pérdida de peso.
Por su amplio aporte de agua, la sandía se convierte en un excelente diurético, resultando ser un alimento indicado para las personas que tiendan a padecer de cálculos renales, dolencias relacionadas con retención de líquidos y elevados índices de ácido úrico.
La sandía siempre promoverá la eliminación de líquidos y toda sustancia tóxica del organismo, siendo un elemento natural sumamente depurativo.
Por su alto contenido en agua, tiende a ser un alimento pesado, sin embargo, con las dosis necesarias diarias, aporta fibras que ayudan a generar un efecto saciante, asimismo, mejora las diferentes funciones del sistema digestivo.
Generalmente, la sandía es una fruta muy digestiva, no obstante, hay que recalcar que los médicos no recomiendan ingerirlas tras las comidas, ya que en algunas personas, por su alto aporte en niveles de agua, diluyen los jugos gástricos, y por ende, retrasarían mucho más la digestión, provocando sensaciones de indigestión.
La sandía, a pesar de todo, es una fruta altamente recomendada para las dietas de adelgazamiento, ya que si se logra consumir una gran porción de esta rica fruta, se aumentaran los niveles de calorías en el estómago, pero, siendo ideales para el sistema de alimentación balanceado.
La sandía es una fruta que se caracteriza por su alto contenido de agua, además de su facilidad para ser consumida debido a su increíble textura.
Es una fruta ideal para incluir dentro del sistema de alimentación balanceado de manera habitual, para que así, las personas logren sus objetivos de reducción de peso de una manera más saludable.
En la mayoría de las ocasiones, la sandía es introducida dentro de las dietas de adelgazamiento, las cuales gracias a sus propiedades nutricionales, se encargan de que las personas no se compliquen con su alimentación, provee elementos indispensables al organismo y en la mayoría de los casos, son ricas y saciantes.
Su bajo nivel calórico es lo que ayuda a las personas a que rebajen de una manera rápida, eficaz y saludable, ya que en teoría, si es capaz de aportar calorías al cuerpo, sin embargo, estas funcionan mucho más como quemagrasas los cuales ayudarán a las personas a adelgazar mucho más rápido.
Desde el punto de vista calórico, la sandía es una fruta que no representa un valor alto en cuanto a cantidades de calorías suministradas al organismo, al contrario, es una fruta que aporta niveles importantes en vitaminas y minerales, indispensables para una dieta totalmente balanceada.
Además, de aportar potasio, vitaminas A, C, E y magnesio, es una fuente importante en alimentos hidratantes, ya que gracias al agua que proporciona al organismo, es capaz de mantener los niveles acuosos sumamente intactos, por lo que resulta ser una fruta hidratante.
Por cada 100 gramos que se consumen de sandía, las personas estarán adquiriendo un valor aproximado del 7.55 gramos de carbohidratos, de los cuales solo un cierto porcentaje es utilizado como fuente sumamente energética.
Por su parte, el contenido lipídico y proteico de la sandía es escasamente reducido, por lo cual sólo su contenido glucosídico es normalmente tomado en cuenta como parte de la vía necesaria para la fuente energética que provee la fruta diariamente.
Por lo que resta decir que, por cada 100 gramos que se consuman de esta fruta, las personas adquirirán en su organismo un total de apenas 30 o 32 kilocalorías de energía. Por lo que en comparación con otras frutas, es uno de los índices más bajos para el sistema de alimentación balanceado de manera habitual.
La sandía, principalmente comenzó a cultivarse en África, seguidamente se extendió a Europa, Próximo Oriente y culminando en la India. Años más tarde, llega su cultivo a China y a América, siendo una de las sensaciones para ese entonces.
La primera especie que nació de esta fruta es llamada Cucurbitácea, la cual creció en los valles del Río Nilo. Cuando comenzó a extenderse, los habitantes la sembraron en África, dispersándose hasta el Mar Mediterráneo.
La sandía, llega a América con la conquista del Nuevo Mundo, gracias a los colonizadores que venían desde Italia, Portugal, España y Suecia.
Actualmente, Asia es el principal contienen encargado de producir las sandías, con más del 80% de la producción mundial. Hoy en día, sigue en discusión cual será el verdadero origen de la sandía, sin embargo, es una fruta común capaz de impresionar y hacer degustar a cualquier persona.
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