Un crisol es un recipiente de cerámica capaz de soportar temperaturas extremas, mientras que la cubierta está diseñada para evitar que el calor se escape del crisol. A pesar de estar hechos tradicionalmente de arcilla, los crisoles modernos vienen en una variedad de formas de materiales, que incluyen grafito, platino y otros metales inertes resistentes al calor. Los crisoles se usan para una variedad de propósitos, y son particularmente comunes entre los químicos para el análisis químico de varias sustancias.
Por lo general, se encuentran en laboratorios donde se calientan varios compuestos químicos, pero también se pueden usar para determinar el contenido de cenizas de muestras quemables como el carbón y la madera.
Los usos más importantes de un crisol son:
En química para calentar compuestos a altas temperaturas.
Los crisoles deben manipularse con cuidado utilizando unas pinzas de ajuste adecuado. Las pinzas son herramientas de elevación que se utilizan para proteger crisoles de daños o fallas. Antes de calentar, se puede colocar una placa de cartón entre la base del horno y el crisol. El cartón se quemará, dejando una capa de carbono en el medio y protegerá el crisol de la unión al fondo del horno.
Es mejor usar diferentes crisoles para diferentes tipos de metales para evitar la contaminación. También asegúrese de vaciar completamente el crisol después de cada uso, ya que el metal que queda para solidificar puede expandirse al recalentar, lo que puede destruir el crisol.
Los crisoles deben estar “templados” antes de su uso. Calentar el crisol vacío a una temperatura de aproximadamente 500 grados F. y mantenerlo durante 20 minutos. Luego trabaje el crisol a fuego rojo. Apaga el fuego y deja que el crisol se enfríe lentamente. Este proceso elimina cualquier humedad en el crisol. El crisol ahora está listo para usar.
Coloque el material sin apretar en el crisol. No empaque el crisol, ya que el material se expandirá al calentarlo y puede dañar la cerámica. Cuando el material se haya derretido, cargue cuidadosamente más material en el charco para derretirlo (Advertencia: en el caso de que haya humedad presente en el nuevo material, puede producirse una explosión de vapor). Esta vez, no empaques bien el metal. Siga agregando el material al recipiente hasta que la cantidad requerida se haya derretido. Utilice las herramientas adecuadas para transportar y verter la masa fundida. El uso de equipos de seguridad es esencial, ya que la fundición de metales es una actividad inherentemente peligrosa.
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