El mundo de los pisos nos ofrece una extensa y variada gama de opciones a elegir para revestir nuestro suelo. Ya sea madera, piedra, mármol, granito, porcelanato, cemento o hormigón, mosaico, vinil o goma, alfombrados y mucho más.
Cuando ya está por terminar la obra de construcción sabes que lo próximo es el piso y su acabado, así que, debemos cubrir la superficie del suelo y en algunos casos de las paredes si se habla del baño o la cocina, ya sea por razones estéticas o de seguridad. Entre todas estas opciones existe una que a su vez también es bastante extensa en variedad y nos brinda protección, decoración, lujo o carácter a nuestros pisos.
Estos son los Azulejos, estas son piezas planas de barro cocido o cerámica de poco espesor, esmaltada y vitrificada por una cara la cual puede o no estar decorada, son comúnmente lisas o con relieve.
Existen diferentes técnicas de fabricación y pintado de los Azulejos. Vienen en diferentes formas y diseños, aunque las cuadradas y rectangulares predominan el mercado en ventas. Pueden ser dispuestas en pisos y paredes.
Existen tiendas especializadas donde puedes conseguir ofertas en modelos variados o económicos. Luego de elegir tu mejor opción, puedes comprar y llevar a casa tus azulejos para continuar con tu proyecto.
Debemos utilizar un listón o una regla como guía, y una punta de trazar para rayar el esmalte del azulejo. Una vez marcado el azulejo con la ayuda de dichas herramientas, se debe coger ambas partes con las manos, y con un único movimiento seco o un pequeño golpe lo cortaremos a la perfección.
Podemos usar tenazas de muescas con ruedas de carburo de tungsteno, sierra de azulejos, amoladora, cortador de palanca, entre otras herramientas para trabajar los azulejos.
Están diseñados para uso exclusivo de la cocina, ya que el esmalte vitrificado de la capa superior le proporciona el aislamiento necesario para ser utilizados en zonas húmedas y expuestas a calor, suciedad o grasa. Estas son fáciles de limpiar. Hay diferentes diseños y modelos disponibles para el piso y paredes de tu cocina.
Es en elemento esencial en una sala de baño, decoran nuestros pisos y muros al mismo tiempo que los protegen de la humedad. En el mercado actual existe una amplia gama de texturas para revestir y decorar la sala de baño, variedad que se amplía aún más si consideramos los colores y diseños decorativos particulares.
Los azulejos para la pared del baño son regularmente lisos, son fabricados de esta forma para ser de fácil limpieza y evitar acumulación de humedad y suciedad, de esta manera se evitan también la proliferación de focos de gérmenes, moho y bacterias.
Los Azulejos para el piso del baño son y deben ser rugosos o de textura antiderrapante, perfectas para caminar sobre piso mojado y evitar accidentes o caídas en el baño.
La pared sobre la que vas a fijar los azulejos debe estar totalmente lisa y libre de polvo y suciedad. Luego aplica material adhesivo o pasta mortero, extiende con una paleta y pon el azulejo en el sitio donde se aplicó la pasta presionando un poco, recomendamos empezar tu diseño de abajo hacia arriba.
Debes despejar el área a pintar de polvo o suciedad, aplicar una capa de fijador de pintura y dejar secar, luego aplicar una capa de pintura y dejar secar, repetir de ser necesario.
Lo primero será limpiar los azulejos con agua y jabón, a fin de eliminar cualquier tipo de grasa o suciedad, luego secar con un paño y cubrir con cinta de carrocería y plásticos los accesorios y bordes que no han de ser pintados.
Proceder a aplicar una capa de fondo fijador, y dejar secar, luego aplicar una capa de pintura para azulejos del color deseado. Esta pintura es altamente resistente a la grasa y al agua.
Existen diferentes métodos y trucos para limpiar los azulejos, se pueden utilizar detergentes, desengrasantes, alcohol, ácido nítrico, amoniaco, entre otros.
Agrega un chorro de jabón a un cubo lleno de agua tibia y revuelve hasta que se formen burbujas en la superficie. Una vez preparada la disolución empapa la esponja y frota sobre los azulejos. Dispón de nuevo el cubo con agua tibia y jabón desengrasante, repite el proceso limpiando de nuevo todos los azulejos. Limpia los azulejos con un paño seco y limpio para evitar que se forme moho.
Mezcla agua caliente y dos cucharadas de amoniaco, se moja el estropajo y se limpia y desinfecta el área frotando todos los azulejos. Lo siguiente es limpiar y secar con un paño seco y limpio.
Para deshacerte de las manchas de moho y de sarro, mezclar vinagre y agua en partes iguales y rociar directamente sobre los azulejos, dejar actuar 20 minutos frotar con un cepillo hasta desmanchar completamente.
Eliminar las marcas de agua de los azulejos limpiando con un paño humedecido con vinagre. El bicarbonato es también una gran opción de limpieza gracias a sus poderes desengrasantes, se espolvorea bicarbonato y se frota con una esponja húmeda, se deja secar, luego se retira con paño seco y limpio.
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